En general, los hijos nos sentimos obligados a venerar a nuestros padres. No es algo consciente. A priori, son seres casi incuestionables. O al menos eso consideramos. Tiene tal fuerza esta veneración, que somos capaces de disfrazar quiénes son realmente: personas de carne y hueso que a veces la aciertan y en otras ocasiones meten […]